jueves, 29 de julio de 2021

A medio dia de un dia de semana.

Saliendo de clases del liceo me juntaba con aquella chica del otro colegio, la de ojitos claros y un cd de su banda favorita, la que le gustaba estar conmigo porque le caía bien, o al menos eso me contó una de las tantas veces que hicimos la cimarra.
Me gustaba ver sus pies descalzos pisando el pasto y su mochila con chapitas, fumando paraguas de quinientos en el cerro santa lucia. El olor a chicle en sus besos, y sus labios pintados con labial de frutilla. A medio dia de un dia de semana, dónde el mundo trabaja, se mueve, y la gente pasa quien sabe dónde, mientras pasa el día en su compañía donde nada más importaba.   

jueves, 10 de diciembre de 2020

Enmienda

"Nunca olvidar"
Enseñar al pueblo las atrocidades del estado de chile, recordar y nunca olvidar los errores del pasado.
Vivo en un gran país, pero no olvido que este país se forjó con sangre, genocidio y en la espalda al araucano.
La dignidad humana debe ser la nueva columna de este país, esta por encima de cualquier otra cosa.
Mantenernos unidos, mejorar nuestra democracia, libertad de expresión y cuidar del país, de su gente y poner fin a la opresión del gobierno. 

sábado, 23 de mayo de 2020

Vacaciones

Estaba en un bar escribiendo una dirección en una servilleta, mientras me apresurada a tomar un taxi. En ese instante, ella se aferró  a mí cuello ya pasada de copas.
Me besaba la mejilla para que me quedara, pero el taxi ya estaba afuera, y no iba a cambiar de opinión. Total, como decía mi abuelo, un buen jugador sabe cuándo retirarse,
Mis cartas, en esta ocasión, no apoyaban esta causa.
Aunque parece algo peculiar, y como todo adicto al juego y al vicio como yo, esquivé sus besos, y me acerqué a su oído de manera  petulante.
Toma tus cosas y sube conmigo al auto.
Esa fue mi última ficha.
Mi último recurso
La última carta que me quedaba.
Pobre y triste jugador, que no sabe entender la soledad, sin embargo, esta ficha, La voy a jugar.
O algo así decía mi abuelo
Un roto chileno. ¡¿cómo yo?¡, ¡¿En Buenos Aires?¡, ¡¿Sólo?¡. La hago.
¡Mira que imbécil ¡
¿Qué pensaba?.
Mientras, me daba la vuelta, me retiraba de su oído y me ponía la chaqueta.
Al otro día volvía a Chile y ya no me quedaba más que volver al hotel, por suerte, me pasa a buscar en el aeropuerto mi amiga en su vehículo llegando a santiago. además, me ofreció quedarme unos días en su casa. Desayuno, almuerzo,  cena, marihuana,  sexo toda la noche y el celular modo avión, acompañado de un exquisito disco de Bowie.
Papi, para las amigas, Esta vez, a este perro, le fue como la callampa.
¡Qué pedazo de imbécil, ¡ Repetía en mi cabeza Mientras tomaba mi sombrilla.
Es una mala racha. Nada más.
Me coloque una pañoleta, y Como todo buen perdedor, me despedí del grupo de personas que estaban sentados en esa mesa, en especial, de la chica que se ofreció a pagar la cuenta y que me robó el corazón esos meses.
Me di la vuelta directo a la salida de ese bar.
Cuando llego a la salida, siento una persona que pasa por mi espalda a toda velocidad por mi izquierda, se da media vuelta y me dice de manera exaltada
! Donde está el taxi !...
¿Hola?, ¿nos comunicamos con el país de Chile???.
¡Si conchesumadre¡.
Es el único recuerdo que tengo de ese viaje, ese chiste me lo contó aquella blonda bonaerense mientras nos duchábamos en el baño de ese hotel de mierda que me ofreció la agencia antes de irme al aeropuerto, de vuelta a Santiago.

lunes, 17 de febrero de 2020

Me acaba de pasar la wea más extraña del mundo.


Una chica famosa me habló por una red social, Me dijo que me había visto un par de veces en la Blondie, en realidad no lo recuerdo.
No le tome mucha atención, y me hablaba no en plan de nada más que amistad. Es muy linda para que se fije en un tipo como yo, esas cosas no pasan. Hablamos por varios días, de hecho, le mostré los mensajes a una amiga porque no me creía cuando le conté.
Un día en la mañana muy temprano me habló, me dijo que andaba en el gimnasio, me mandó la foto sexy típica pal Instagram, esa onda, Yo pensé en mí, ¿que wea la mina?, no me aguante y le pedí el whatsapp, y me lo dio.
Seguimos hablando seguido por whatsapp, me dijo que vivía cerca de mi trabajo y la invite a almorzar comida china un día de semana. Ese día estaba nervioso esperándola, ya que no nos conocíamos en persona, se veía muy linda ese acalorado día con su melena blonda, su vestido floreado y su piel canela de bronceado, no le pedí ni una foto ni weas, ¡como tan weon!, a ver si me cacha que no me importa ni su fama, ni sus fans, ni su coqueta forma de mirar.
Almorzamos juntos, hablamos caleta, era como hablar con un amigo de años, cagaos de la risa, mismas tallas mismo humor, yo dije entre mí, Calma, ¡no la cagues!
Me contó de sus problemas psicológicos, sus traumas de infancia, sus ideas de la vida como mujer, sus alegrías,etc. Se desahogó conmigo ese día almorzando, Terminamos de comer, pagamos y salimos.
Ya en la calle la invite a fumar un caño en la plaza, ella aceptó, y nos sentamos en un parque. Le conté un poco de mí vida, esa chica era muy simpática. Con tres quemadas quedamos en júpiter de drogados, no quiso más, por suerte viejo zorro, pase a comprar agua mineral.
Volado se me quito el miedo y toda la cagada mental que tenía en la cabeza, nos besamos. Por dentro pensé, “Valió la pena gastar dinero en ese cañito”.
Cacho la hora en mi teléfono, y juntos caminamos de vuelta pa mi pega, conversando como dos amigos, como si nada hubiera pasado, la chica me fue a dejar al trabajo, me vieron unos tipos de la oficina, además de mi jefe. Cuando me despedí de ella con un beso, me tomo la mano y se acercó a mi oído, Y quedamos de vernos en la tarde después de la pega en su casa, éramos como niños planeando una aventura, un viaje, una locura, de esas que valen la pena.
Mientras estaba en la pega, solo pensaba en que llegara la hora de salir de ahí y llegar a su departamento, así aprovechaba de llevarle una botella de licor y comprar más hierba.
Ya afuera de su departamento, a la hora acordada, toco el timbre. Y ahí estaba, ebria, drogada, en ropa interior, con el maquillaje embarrado en su cara, y llorando a mares. Solo me quedó sentarme con ella en el sillón, tratar de calmarla y contenerla hasta que se quedó dormida, mientras susurraba el nombre de su ex. Tomé mi bolso, la botella de licor y me fui en dirección a un bar, mientras pensaba en lo triste y agotador que es vivir algunas vidas.

martes, 4 de febrero de 2020

Reina sin trono

Insolente, pero de divertida arrogancia,
sentada en el sofá, con pies descalzos,
libro en mano, despeinada y sin maquillar.
Con una taza de café y música de fondo.
Muchos vicios y escasas virtudes.
De amores cínicos, tristes, realistas,
románticos y de lágrimas dulces.
Desde mi adoración adolescente,
en la barra de aquel bar,
te veo cuál altar de la noche.
No hay falsas promesas,
solo una reina sin trono.
Y pagamos un alto precio por ello.

lunes, 13 de enero de 2020

Me acordé de ti.

Me acordé de ti en la mañana, mientras iba en el metro, apretado como una sardina
me acorde de la sabana quemada por colillas de cigarro,
de las manchas de café que dejas sobre mis apuntes
de tu cepillo de dientes en el baño y la peineta llena de tus cabellos
me acorde de ti, y de la toallas mojadas que dejaste todas las mañanas sobre la cama.

Me acordé de ti en la tarde, paseando por las galerías de santiago centro,
mirando en aquellas vitrinas de anteojos de sol y ropa usada.
me acordé de ti, bebiendo en el bar, con los borrachos de siempre, el bar de aquella mesera mal humorada 
comiendo arepas, o sentados en aquel parque quemando hierba, me acorde de ti. 
 
Me acordé de ti en la noche, de largas caminatas y conversaciones
de celos, inseguridades y conflictos
de lágrimas, risas, preocupaciones y alegrías
me acorde de ti en la noche, mirando el techo y cerrando los ojos
soñando y esperando volver a verte.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Adiós

Solo fue juntarnos, caminar de la mano, sentarnos en una banca al atardecer mientras las hojas caen de los árboles. Llorar, aceptar, reír y decir adiós.
Te acompaño hasta el metro, después de eso, pasaré a un bar a beber algo fuerte para ahogar las lágrimas