miércoles, 10 de octubre de 2018

Tardes del domingo

Sentada, en el marco de la ventana, mirando la terraza en un piso 18 al vacío, escuchando un vinilo de bowie a todo volumen y Exhalando el ultimo cigarrillo de la cajetilla tirada en el suelo.

Con pies descalzos, tienes mi camisa puesta, mientras, exhalas el humo hacia el cielo, una tarde de verano cualquiera.

La luz de la tarde ilumina tu piel y con el viento del este los arboles menean las hojas pipiolas.

Tu maquillaje se ha desvanecido por tus lágrimas, al igual que la botella de vino y la copa marcada por tu labial.

Es hora de darle otra carga a la lavadora y tender la ropa.

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