lunes, 13 de enero de 2020

Me acordé de ti.

Me acordé de ti en la mañana, mientras iba en el metro, apretado como una sardina
me acorde de la sabana quemada por colillas de cigarro,
de las manchas de café que dejas sobre mis apuntes
de tu cepillo de dientes en el baño y la peineta llena de tus cabellos
me acorde de ti, y de la toallas mojadas que dejaste todas las mañanas sobre la cama.

Me acordé de ti en la tarde, paseando por las galerías de santiago centro,
mirando en aquellas vitrinas de anteojos de sol y ropa usada.
me acordé de ti, bebiendo en el bar, con los borrachos de siempre, el bar de aquella mesera mal humorada 
comiendo arepas, o sentados en aquel parque quemando hierba, me acorde de ti. 
 
Me acordé de ti en la noche, de largas caminatas y conversaciones
de celos, inseguridades y conflictos
de lágrimas, risas, preocupaciones y alegrías
me acorde de ti en la noche, mirando el techo y cerrando los ojos
soñando y esperando volver a verte.