miércoles, 1 de febrero de 2017

Viernes

Ese viernes, después de la oficina, me fui a casa a dormir un rato, darme un baño y vestirme para la ocasión. Es el cumpleaños de ese tipo que no me acuerdo como se llama pero siempre hablamos cuando lo veo en alguna tocata, o en algún bar, o en la plaza jugando ajedrez. Me lo encontré en el metro y me dijo: ”voy a estar de cumpleaños y hay carrete el viernes”.

No pude decir que no. Además, no había nada más interesante que cagarse de frío.

Fui al bar de siempre y me encontré con una tocata, de esas en las que ya me siento viejo, o muy saturado. De olor a axila, cerveza barata y culo de albañil, mezclado con bandas de 3 acordes, peinados extravagantes y chaquetas de cuero. Aun así, la idea de estar ahí y decir: Yo estuve en ese lugar con mis amigos me daba una extraña sensación de ansiedad.

No puedo ser indiferente a lo que pasa, creo que no es nada más que sentirse trillado, de hablar con los mismos, entender la mitad de lo que hablan por el ruido y lo duros que están de tanta coca en sus narices, las mismas bandas, los mismos peinados, el mismo bar de los desconocidos de siempre.

Solo alcancé a estar 45 minutos y me dieron ganas de irme de aquel lugar, de virar de toda esa mierda. ¿En qué momento se convirtió esto en moda?, ¿Desde cuando, bandas de 100 canciones que suenan una igual que otra son bandas?, Eso era para los ramones. Me hablan de bandas que no conozco, y no tengo ganas de escuchar, movimientos culturales, arte que se venden al primer fondart y todo adornado por los tatuajes rudos de las chicas del lugar.

¿qué mierda hago acá?, ¿Porque vine?, ¿Porque escucho a este tarado que escupe mientras habla por lo duro que esta?.

Al rato lo entendí, no lo sabía hasta que la vi. Me acerqué para saludar y me miró con cara de asombro. ¿qué haces aquí?. Molesto, por la situación, mi mente repetía solo una frase.
¡me voy!, solo te agradaba la veces que tenía marihuana, En ese momento me hablabas y te reías de mis chistes, te gustaba mi perfume y como te follaba.

Más que coqueta, Me dices: “Invítame un trago y salimos a fumar afuera. Yo  obviamente dije que si. Me tenías a tu antojo, desde la última vez que fuimos a tu casa.

Al rato aparece un tipo de la nada y toma a la chica del brazo diciendo con cara de enojado:

-!Vamos, apúrate!!

-Le digo molesto: ¿Qué onda, que te pasa?

-Enojado, el tipo me dice: !Tu no te metas!

-Lo tomo de su chaqueta de cuero y le digo: ¿qué te crees, su marido?

-Con ojos ensangrentados y la nariz espolvoreada, el tipo me responde: Claro que lo soy, soy su marido, ¿Quién eres tu?.

No me quedó más que dejarla ir, sin decir una palabra.

Lo pase mejor al rato de esa noche, con las colombianas en la casa de ese chato que tampoco me se su nombre, pero siempre me hace reír.

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